Puedo prometerte un mundo entero, pero es tu desafío conocerlo.
Puedo prometerte que mis oídos siempre estarán ahí para escucharte, es tu desafío hablar.
Puedo prometerte tantas cosas, pero son muy pocas las que realmente puedo cumplir.
Porque para que yo cumpla algo, tu también debes poner de tu parte.
No te puedo prometer algo eterno, no sé cuanto tiempo podremos conservar la intensidad de esto, lo que sí puedo prometerte, es que lo intentaré.
Puedo prometerte muchas cosas.
Pero para que no sean castillos en el cielo, comenzaré desde hoy a cabar los cimientos.
Buscaré ladrillos, maderas largas y clavos, para que cuando el castillo esté listo, lo esté también la escalera que te lleve a él.
Las grandes promesas, comienzan con pequeñas realidades.
Y mi pequeña realidad, es que lo intentaré.